En la gran mayoría de las postales de la Plaza Mayor de Trujillo aparecen dos monumentos icónicos, uno de ellos es la estatua de Pizarro y el otro es la Iglesia de San Martín, situada en uno de los lados de la estatua.
Este edificio es uno de los templos católicos más destacados de Trujillo y ha sido testigo de la mayor parte de los acontecimientos históricos y culturales que han tenido lugar en esa plaza.
La iglesia de San Martín se construyó entre los siglos XV y XVI y tanto su interior, como su fachada, están cargados de elementos que llaman la atención. Uno de los aspectos que sobresalen en su estructura es la altura de la torre de su campanario, que es visible desde muchas calles de la parte antigua. También destaca el lado derecho de la torre de la campana en la que hay un chapitel piramidal en el que se puede ver un reloj.
Como ocurre con otros muchos monumentos de Trujillo, el interior de la Iglesia de San Martín se puede visitar. De hecho, se trata de un templo que se usa para el culto y en el que se celebran importantes ceremonias religiosas.
Los elementos más llamativos del interior del edificio son el retablo mayor, cargado de importantes pinturas que datan del siglo XV, y un gran órgano del siglo XVIII. Además, en las zonas laterales hay varias capillas en las que se encuentran sepulcros renacentistas que guardan los restos de nobles trujillanos que tuvieron un papel muy destacado en la historia de la localidad.
Otro enclave que no pasa desapercibido en la iglesia de San Martín es la Puerta de las Limas. Fue construida durante el reinado de los Reyes Católicos, se encuentra en el atrio del tempo y era el punto en el que el gobierno local celebraba sus reuniones. La Puerta de las Limas en uno de los lugares en los que nos detendremos durante la ruta Trujillo Oculto para exponer algunos relatos relacionados con la magia y con la hechicería.